Ya nadie pone en duda los importantes beneficios que el Aceite de Oliva Virgen Extra –AOVE– aporta a la salud humana pero, ¿podría tener alguna ventaja suplementar la dieta de algunos animales con este aceite, con el objetivo de que los productos derivados fuesen más saludables? Bajo esa premisa han trabajado los investigadores Vito Laudadio y VincenzoTufarelli, de la Universidad de Bari «Aldo Moro» (Italia), concretamente para conocer los efectos que tendría sobre los huevos. Y los resultados son concluyentes: los beneficios existen.
Los huevos son un producto fundamental en la dieta, ya que se trata de un producto con un importante número de nutrientes, gracias a sus proteínas de alta calidad y su variedad de vitaminas y minerales. Sin embargo, las recomendaciones de los nutricionistas son que su consumo se limite debido a su alto nivel de lípidos y colesterol, que podría aumentar el riesgo de padecer una enfermedad cardiovascular. Pero, ¿qué pasaría si cambiásemos la dieta de las gallinas y el resultado fuesen huevos con menor cantidad de colesterol y, por lo tanto, más saludables?
El estudio llevado a cabo por estos investigadores partió, precisamente, de la premisa del importante papel que representa el AOVE en la Dieta Mediterránea debido a sus efectos favorables sobre la salud humana por sus polifenoles y decidieron estudiar los efectos que éste podría ejercer en la calidad de los huevos puestos por gallinas cuya alimentación se hubiera suplementado con AOVE.
Así pues, escogieron un grupo de 150 gallinas ponedoras, las dividieron en tres subgrupos y las estudiaron durante un periodo experimental de 10 semanas. Las tres dietas seguidas se basaban en harina de trigo-soja, con aceites añadidos al 2,5%. El primer grupo se suplementó con aceite de girasol (grupo control); el segundo con un AOVE, variedad Cima di Bitonto, con bajo contenido en polifenoles; y el tercero con un AOVE variedad Coratina, muy alto en polifenoles. A partir de ahí, se midió el rendimiento de las gallinas, los rasgos cualitativos de los huevos, y la composición y el contenido en colesterol y ácidos grasos de la yema del huevo.
Los resultados
Las investigaciones dieron como resultado que la suplementación dietética de las gallinas con AOVE no varía el rendimiento productivo de las gallinas, ya que la tasa de puesta era muy similar en los tres grupos. Tampoco tiene una influencia notable en el peso medio de los huevos ni en la calidad de la cáscara de los mismos. Sin embargo, lo más interesante estaba en el interior, cuando se determinó el llamado índice Haugh, que mide la calidad del huevo.
Para empezar, la suplementación con AOVE influyó en el color de la yema, cuya puntuación aumentó los dos grupos sobre el grupo control, quizá relacionado con la cantidad de pigmentos naturales que contenían esos suplementos. Además del color de la yema, los compuestos fenólicos que aporta el AOVE también desempeñan un papel clave como antioxidante en el sano desarrollo de los embriones de pollo, asegurando una respuesta inmune más fuerte en el futuro.
El descubrimiento más importante fue que el suero y el colesterol total de la yema del huevo disminuyó linealmente en las gallinas suplementadas con AOVE, un 6,76% en el caso de AOVE bajo en polifenoles, y un 10,68% en el AOVE alto en polifenoles, en una base por gramo de yema de huevo; mientras que en el total de la yema se redujo un 4,04% y un 6,74%, respectivamente.
Así pues, los autores concluyeron que la suplementación de las gallinas ponedoras con AOVE rico en polifenoles reduce el colesterol y mejora el perfil de ácidos grasos de los lípidos de la yema, por lo que el uso de este aceite podría tener grandes ventajas para los productores de huevos y para la salud humana.
