Nueve alimentos podrían convertirse en nuestros fieles aliados a la hora de perder peso y luchar contra la obesidad por ser más efectivos a la hora de quitar el apetito: las lentejas, la caballa, el pollo (como las lagrimitas de pollo), las ciruelas, el lomo de cerdo, el solomillo de ternera, los aguacates, los albaricoques y las almendras. Todos ellos tienen algo en común y es su alto poder saciante, gracias a su contenido en dos aminoácidos que mandan al cerebro la sensación de saciedad mucho antes que otros.
Esto es lo que ha descubierto un equipo de investigadores de la Universidad de Warwik (Reino Unido) y cuyos resultados se publicarán en la revista Molecular Metabolism. Los investigadores han identificado, por primera vez, las células cerebrales que controlan el apetito y cómo se comportan, lo que abre nuevas posibilidades a la creación de dietas más efectivas e, incluso, futuros tratamientos para suprimir el apetito.
Los tanicitos, encargados de decir “estoy lleno”
Las células identificadas, llamadas tanicitos, detectan los aminoácidos de los alimentos y se encargan de decirle al cerebro que nos sentimos llenos. Y este mensaje se produce de manera mucho más rápida cuando los alimentos contienen altas concentraciones de dos tipos de aminoácidos: la arginina y la lisina, presentes de manera especial en esos nueve alimentos que hemos mencionado.
De este modo, si optamos por incluirlos en la dieta, la sensación de estar saciados al comerlos llegará mucho antes, por lo que, probablemente, vamos a tomar menos cantidad de ellos y, por tanto, nos ayudará a ingerir menos calorías.
“Los niveles de aminoácidos en la sangre y en el cerebro después de una comida son una señal muy importante que se traduce en la sensación de sentirse lleno. Descubrir que los tanicitos, ubicados en el centro de la región del cerebro que controla el peso corporal, detectan directamente los aminoácidos tiene implicaciones muy significativas para idear nuevas formas de ayudar a las personas a controlar su peso corporal dentro de unos límites saludables”, ha manifestado Nicholas Dale, Profesor de Neurociencia de la Universidad de Warwick y uno de los responsables del estudio.
Los investigadores hicieron su descubrimiento al agregar cantidades concentradas de arginina y lisina en las células del cerebro, que se hicieron fluorescentes para que cualquier reacción microscópica fuera visible. De este modo, observaron que, en treinta segundos, los tanicitos detectaban y respondían a los aminoácidos, liberando información a la parte del cerebro que controla el apetito y el peso corporal.
Teniendo en cuenta los elevados índices de obesidad y sobrepeso en la mayoría de los países desarrollados, lo que eleva el riesgo de muerte prematura y una variedad de enfermedades, como cáncer, diabetes, enfermedades cardiovasculares y accidentes cerebrovasculares, que reducen en gran medida la calidad de vida, una nueva comprensión de cómo funcionan los mecanismos del apetito podrían frenar esta creciente crisis de salud.
Así pues, si en vuestros planes están dejar de lado esos kilos de más, incluid en vuestra dieta alguno de estos alimentos, al alcance de cualquier cesta de la compra.
