La preocupación por el cuidado y el respeto al medio ambiente es una tendencia creciente. El cambio climático está teniendo nefastas consecuencias, desde el incremento del nivel del mar a la extinción de algunas especies animales. Por ello, las autoridades de todo el planeta abogan por llevar a cabo acciones que sean capaces de mitigar este problema. Y, según los investigadores, adoptar los hábitos de la Dieta Mediterránea podrían contribuir a ello.
El estudio que lo asegura, además, ha salido a luz desde entidades españolas, ya que en él colaboran el Complejo Hospitalario Universitario de Huelva, la Universidad Jaume I de Castellón y la Universidad de Huelva. Los investigadores de estos tres centros han analizado la llamada huella de carbono (el certificado que mide la cantidad de gases de efecto invernadero que se emiten a través de la cadena de producción) en los menús que se sirven en España –y que siguen las pautas de la Dieta Mediterránea–, y la ha comparado con la emitida por menús de países anglosajones, como Reino Unido o Estados Unidos.
Los resultados han sido concluyentes, ya que los menús basados en la Dieta Mediterránea, donde el aceite de oliva es la grasa principal, tienen una huella de carbono media diaria de 5,08 kg de CO2 equivalente, muy inferior a la de los menús de Estados Unidos, por ejemplo, donde está cifra llega a alcanzar entre 8,5 y 8,8 kg de CO2e, o los 7,4 kg de CO2e del Reino Unido.
Para hacer los cálculos, en el Hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva se analizaron un total de 448 comidas y otras tantas cenas, diseñadas para satisfacer unas necesidades calóricas medias de 2.000 kcal en todos los casos. Los menús mediterráneos incluían platos como el gazpacho andaluz, el pisto manchego, la paella o platos de cuchara. Y se calculó la huella de carbono de cada alimento (pescados, carnes, etc., así como la de su preparación. Una vez obtenida la cifra, se comparó con los estudios realizados en países anglosajones sobre sus menús.
La diferencia entre la dieta anglosajona y la mediterránea, causante de esa gran diferencia en la huella de carbono, reside, sobre todo a que en España se toman muchas frutas y verduras, con un huella de carbono baja, y por el contrario, hay un consumo más limitado de carne de vacuno, uno de los alimentos con la huella de carbono más alta. Por este motivo, se ha concluido que la Dieta Mediterránea Mediterránea es, además de más sana, mucho más ecológica y protectora del medio ambiente.
Cuidar el medio ambiente para tener mayor calidad de vida
El impacto potencial del cambio climático es enorme. Los expertos aseguran que en el siglo XX, la temperatura ha aumentado alrededor de 0,6ºC y el nivel del mar ha crecido entre entre 10 y 12 centímetros. Con estas cifras, en el futuro hay predicciones de falta de agua potable, grandes cambios en las condiciones para la producción de alimentos y un aumento en los índices de mortalidad debido a inundaciones, tormentas, sequías y olas de calor. Este gran problema hace que todos tengamos que aportar nuestro granito de arena si queremos dejar a nuestros hijos y nietos un planeta habitable. Y parece que esa aportación puede venir de la mano de la alimentación.