¿Abres la nevera y te encuentras un caos? Yogures mezclados con embutidos, las sobras tapadas a medias y esa lechuga que parece haber vivido tiempos mejores… Pero más allá del desorden visual, no saber organizar el frigorífico puede afectar a la conservación de los alimentos, aumentar el desperdicio e incluso generar riesgos para la salud. Y sí, también impacta en tu factura de la luz. Por suerte, para tener una nevera optimizada no tienes que ser Marie Kondo; sólo conocer algunas reglas básicas (y tener ganas de aplicar algún truquillo que otro).
¿Por qué es importante organizar el frigorífico?
Un frigorífico organizado no solo luce bien, sino que funciona mejor. Cuando los alimentos están colocados de forma estratégica, el aire frío circula sin obstáculos y el electrodoméstico no se sobrecarga, con lo que también se alarga su vida útil. Además del consecuente ahorro en la factura de la luz. Ten en cuenta que el frigorífico es el aparato que más electricidad consume del hogar, representando una media del 19% de la factura. Es cierto que la etiqueta de eficiencia energética y la antigüedad del aparato influyen en el gasto, pero cómo distribuyes los alimentos dentro de la nevera es otro elemento a tener en cuenta.
Tampoco hay que olvidar la salud. Una nevera bien ordenada permite conservar todos los productos en condiciones óptimas, por lo que reduces el riesgo de contaminación cruzada y disminuyes el desperdicio. De hecho, según datos de Greenpeace, cada español tira a la basura una media de 33 kilos de comida al año, es decir, ¡una cuarta parte de los alimentos! Por tanto, más ahorro… y menos huella de carbono. ¿Sabías que el desperdicio alimentario representa el 20% de las emisiones de gases de efecto invernadero?
Y no olvidemos el factor emocional. Abrir la nevera y ver todo claro, limpio y accesible te ahorra tiempo, te facilita planificar las comidas y te da un chute de orden mental. En serio, pruébalo y verás cómo mejora tu día.
¿Cuál es el orden de los alimentos en la nevera?
Si pensabas que los estantes de la nevera eran aleatorios, tenemos noticias: cada zona tiene una función específica. Y respetar ese orden puede marcar la diferencia entre una pechuga jugosa y una salmonela inesperada. ¿Cómo organizar el frigorífico? Vamos por partes.
- En la puerta. Es la zona más cálida y con más variaciones de temperatura. Por eso, ¡sorpresa!, aquí no debes poner huevos ni leche, aunque lo hayas visto toda la vida. Mejor reserva este espacio para salsas, bebidas, mermeladas, mantequilla o encurtidos.
- En las estanterías superiores. Aquí la temperatura es más estable, ideal para alimentos listos para consumir: sobras bien tapadas, embutidos, fiambres, postres caseros o envasados.
- En las baldas centrales. Se trata de una zona versátil, pero donde hay que tener cuidado. Aquí deben ir los lácteos (como leche y yogures), huevos y algunos productos frescos de consumo rápido.
- En los cajones inferiores. Es el lugar perfecto para frutas y verduras, pero no todas pueden ir juntas. Las frutas como las manzanas o plátanos emiten etileno, un gas que acelera la maduración, y pueden estropear las verduras. Lo ideal es separar ambos grupos en cajones distintos, si tu nevera lo permite. Si solo tienes un cajón, usa bolsas de rejilla o cestas pequeñas para mantener la separación.
- En los cajones 0º. Si tu nevera tiene este nuevo compartimento, estás de suerte. Es el adecuado para carnes y pescados frescos, ya que mantiene una temperatura más cercana a los 0 ºC sin congelar. ¿Aún no ha llegado esta tendencia a tu hogar? Entonces, coloca estos productos en la balda más baja, donde hace más frío.
Recipientes para organizar la nevera
Además de organizar el frigorífico por zonas, hoy día hay un montón de utensilios y gadgets de cocina que te facilitan la vida. Tener una nevera que quieras mostrar a las visitas es mucho más fácil con estos cinco aliados:
- Cajas transparentes apilables: Permiten ver el contenido sin abrir y aprovechar la altura del estante. No solo se ve todo, sino que puedes sacar una caja entera sin desarmar media nevera.
- Separadores: Son muy útiles, por ejemplo, para dividir los cajones entre fruta y verdura o carne y pescado. También los hay de botellas, permitiendo colocarlas de una forma más eficiente sin que acaben rodando por la balda.
- Bandejas giratorias: ¿Harto de no ver qué hay en el fondo de la parte superior de la nevera? Con las bandejas giratorias puedes acceder a todos los productos con un ligero movimiento de muñeca.
- Botes herméticos de cristal o BPA-free: Si duda, para organizar el frigorífico debes contar con recipientes herméticos en los que colocar sobras, frutas cortadas o verduras ya lavadas. Son apilables y ayudan a mantener todo en su sitio.
- Etiquetas: Organizar el frigorífico también es aplicar la regla del “primero en entrar, primero en salir”. Para eso, nada como las etiquetas para anotar fechas o contenido sin tener que abrir cada envase.
¿Listo para revolucionar tu nevera? Orden, limpieza y sentido común son las claves para organizar el frigorífico y conseguir una cocina más eficiente y práctica. Descubre más tips, trucos y consejos sobre alimentación en el blog de La Española. ¡Suscríbete y recibe todas las novedades en tu coreo!