Estamos muy habituados a regalar vino en Navidad. Aparecer con una botella en casa del anfitrión con el que vamos a comer o a cenar en estas fechas es un detalle muy extendido, así como lo es también incluirlas en las cestas de Navidad que regalamos a clientes y empleados. Sin embargo, os proponemos que este año seáis un poco más originales y sorprendáis a vuestros allegados regalándoles una botella de aceite de oliva.
A lo largo de este año, desde La Española Salud hemos entrevistado a varios chefs de primer orden y la mayoría de ellos coinciden en afirmar que, en España, a pesar de ser productor principal de aceite de oliva, carece de una cultura alrededor de este producto, como sí ocurre con el vino. Por eso, estas Navidades pueden ser el momento perfecto para que cada uno de nosotros transmitamos un poquito de esa cultura a nuestros amigos, familiares y allegados e impulsemos un producto que merece estar en lo más alto.
Difundir la cultura del aceite
Apostar por este tipo de regalo, como hemos dicho, puede ayudar mucho a difundir la cultura de nuestro oro líquido. Por ejemplo, puede ayudar a diferenciar unas variedades de otras. ¿Saben los consumidores que, al igual que ocurre con el vino, cada variedad de aceite de aceituna da un aceite diferente? ¿O que factores como el clima, la altitud, el tipo de suelo o el momento de maduración de las aceitunas también influyen de manera clara en el tipo de aceite que obtenemos?
En nuestro país se cultivan más 260 variedades de aceitunas, aunque las más conocidas y fáciles de encontrar en las tiendas son la picual, hojiblanca, arbequina, cornicabra o manzanilla.
Y, además, cada variedad cuenta con unas características que la hacen única y que permite, por tanto, que maride mejor con unos platos que con otros, igual que ocurre con el vino.
La variedad arbequina es la más dulce de todas, presenta muy poco amargor ni picante, y es perfecta para aderezar ensaladas en las que hay presencia de frutas, pero también pescados y verduras cocidas, salsas como la mayonesa casera y postres, como bizcochos, magdalenas o masas, tal y como recoge la Guía de los Aceites de Oliva que ha elaborado la Interprofesional del Aceite de Oliva Español.
Por su parte, los aceites de la variedad cornicabra están especialmente indicados para su uso en crudo, como ensaladas, aliños y salsas, pero también en guisos y estofados, en encurtidos y escabeches y en frituras de pescados y verduras. Su sabor, ligeramente picante marida muy bien con todos esos platos.
La variedad hojiblanca está a caballo entre los aceites picantes y amargos y los dulces, y es perfecta para platos elaborados con huevos, pastas, carpaccios de pescado, verduras a la plancha o cremas frías, como el salmorejo.
La picual tiene mucho cuerpo y un picor y amargor ligeros. Es uno de los aceites con más personalidad y marida muy bien con aliños, estofados, arroces y conservas de alimentos crudos o cocinados, además de cremas y emulsiones.
Y la manzanilla tiene un sabor ligeramente amargo y picante y es perfecta para pescados a la parrilla o al horno, verduras asadas y a la plancha, pastas e incluso mariscos, como los que protagonizarán nuestras mesas en estas fechas.
Regalar aceite de oliva gourmet para sorprender a todos
Existen diferentes variedades de aceite de oliva en el mercado que se pueden convertir en el regalo perfecto estas Navidades, como La Española Gourmet, elaborada con aceituna 100% manzanilla recogida en verde en los olivares de Hacienda Guzmán y con un color intenso y aroma frutado; o La Española Virgen Extra Gran Selección, un aceite de calidad superior para dar un valor añadido a las mejores recetas.
También podemos decantarnos por las variedades aromatizadas, perfectas para sazonar platos calientes, como la gama Esencia de La Española, con esencias de ajo, albahaca, guindilla, limón, romero o trufa blanca. Son perfectas para ensaladas, aliños o para dar un toque final diferente a nuestros platos.
¡El mejor regalo para estas Navidades es el aceite de oliva!